jueves, 27 de noviembre de 2025

ACTIVIDAD 7: ESCRIBIR PARA SANAR

           Había una vez un niño llamado Leo que a veces sentía que su cabeza era como una habitación llena de cosas tiradas por el suelo. Había pensamientos por aquí, emociones por allá, y miedos escondidos en las esquinas. Todo mezclado sin orden.

Un día, la maestra le regaló un cuaderno azul y le dijo:

—Este no es un cuaderno cualquiera. Aquí puedes escribir lo que sientes. Es como un refugio secreto que solo tú puedes abrir.

Leo no entendió muy bien, pero esa noche, cuando todo estaba en silencio, abrió su cuaderno y empezó a escribir lo que le había pasado ese día: que se había enfadado con un amigo, que le había dado vergüenza leer en voz alta, y que estaba preocupado por un examen…



ACTIVIDAD

OPCIÓN 1: El cajón secreto y el cuaderno mágico


“Este es tu cajón secreto. Dentro puedes escribir o dibujar una emoción o pensamiento que hayas tenido esta semana. No tienes que enseñárselo a nadie si no quieres.”

Opciones para adaptarlo:

  • Escribir una palabra (tristeza, alegría, enfado). Hacer un dibujo sencillo. Escribir una frase corta.


Decora tu cuaderno mágico

Crea la portada de su “cuaderno mágico”, como el cuaderno azul de Leo.


Puedes usar: lápices de colores, pegatinas, rotuladores.

 



OPCIÓN 2: La historia de LEO  

Completa la historia de leo y contesta a las siguientes preguntas:

-          Cuando escribo/dibujo lo que siento… ¿me siento igual, un poco mejor o peor?

-          ¿Qué emoción sacarías de tu cabeza y guardarías en ese cuaderno?”



ACTIVIDAD 6: ALFABETO EMOCIONAL

 

      ¿Sabes que las emociones, igual que las letras, tienen un nombre y se pueden ordenar?

Un señor, llamado Dr. Hitzig inventó una forma fácil de entenderlas usando un alfabeto especial. Creó una forma de agruparlas, a través de un “alfabeto” para ayudarnos a entender qué emociones nos hacen sentir bien y cuáles nos hacen sentir mal.

🅰️ Letras que SUMAN energía (te hacen sentir bien)

El Dr. Hitzig dice que hay emociones que empiezan con las letras A, E, y que nos dan energía positiva, como cuando te sientes fuerte y contento.

  • A – Amor, Alegría, Amistad, Agradecer…

Ejemplo: Cuando juegas con tus amigos y te ríes.

  • E – Entusiasmo, Esperanza, Empatía…

Ejemplo: Cuando te emociona aprender algo nuevo.

Estas emociones te hacen crecer, pensar mejor y sentirte más tranquilo.

                          🅱 Letras que RESTAN energía (te hacen sentir mal)

Las emociones que empiezan con las letras P, T te quitan energía.

No son “malas”, pero te hacen sentir peor si se quedan mucho tiempo.

  • P – Pena, Preocupación, Pereza, Pánico  Ejemplo: Cuando te quedas pensando en algo que te hace daño.
  • T – Tristeza, Tensión, Temor (miedo)      Ejemplo: Cuando te da miedo algo y no te animas a hacerlo.

Estas emociones también son normales, pero necesitan cuidado.


ACTIVIDAD

OPCIÓN 1: Nuestro alfabeto emocional

Vamos a crear nuestro alfabeto emocional. Como el ejemplo que te hemos dado del alfabeto del doctor Hitzig.

Intenta asociar una letra con palabras emocionales. Mira a ver si abundan las que se refieren a emociones que nos dan fuerza, motivación y energía o las que nos restan energía y hacen sentir peor. Al final elige dos letras, una más asociada a palabras referidas a emociones positivas y otra en las que haya palabras más asociadas a emociones que restan. Haz un dibujo correspondiente a cada palabra emocional.

 

OPCIÓN 2: Nos concienciamos sobre nuestras emociones

    Completa la actividad de la opción 1, y responde a las cuestiones que te presentamos, para aumentar la conciencia sobre nuestro modo de enfocar la vida:  

 

-          ¿Cuánto tiempo he invertido en las emociones “que suman”?

-          Y, ¿en las que restan?

-          ¿Existe alguna emoción positiva que eches en falta? ¿Desde cuándo?

-          ¿Qué pensamientos son los que me atrapan en las emociones negativas? ¿Lo asocio a alguna situación/es concreta/s?

-          Cuando esto sucede, ¿cómo me siento? ¿Qué emociones guardo más? 

 

 

jueves, 13 de noviembre de 2025

ACTIVIDAD 5: LO QUE SIENTO, LO EXPRESO

    El otro día una persona me contaba que no se iba a la cama sin decir un “te quiero” a sus hijas. Me hizo pensar que, a veces, nos guardamos las emociones dentro, como si no quisiéramos que nadie las viera.

A veces sentimos alegría, enfado, miedo o cariño, pero nos cuesta expresarlo. Expresar lo que sentimos no nos hace débiles, nos hace valientes. Decir ‘te quiero’, ‘me da miedo’, o ‘estoy enfadado’ ayuda a que los demás nos entiendan y a que nosotros nos sintamos mejor.

Pero cuando no decimos lo que sentimos —ni lo que nos alegra, ni lo que nos molesta, ni lo que nos asusta—, esas emociones se van acumulando dentro de nosotros…

Imagínate un globo, este globo somos nosotros, y cada vez que sentimos algo y no lo decimos, añadimos un poco de aire dentro. Cuando no lo soltamos, llega un momento en que… ¡Pum! No podemos más.”

¿Qué crees que significa esa “explosión”: rabietas, enfados, llorar, dolores de barriga, no poder dormir, etc.


ACTIVIDAD

OPCIÓN 1: Llenamos las tazas con emociones positivas

“Imagina que cada uno de nosotros tiene una taza invisible. Esa taza se llena con cosas buenas como el afecto, el amor, la seguridad y la atención. Cuando alguien nos trata bien, nos escucha o nos dice algo bonito, nuestra taza se llena un poco más. Pero cuando nos ignoran, nos hablan mal o nos sentimos solos, la taza empieza a vaciarse.”


¿Qué cosas llenan tu taza? ¿Qué cosas la vacían? ¿Cómo podemos ayudar a llenar la taza de los demás?

Llenamos la taza de alguien        “Una forma muy sencilla de llenar la taza de otra persona es expresándole una emoción positiva, es decir, decirle algo que nos hizo sentir bien por su forma de ser o de actuar.”

Elige a una persona cercana (puede ser un compañero de clase, un familiar o un amigo) y escribe un mensaje breve en una tarjeta o papel. También puedes hacerlo en la taza que ponemos en la ficha de la actividad.

¿Cómo nos sentimos al decir cosas buenas? ¿Y al recibirlas?

OPCIÓN 2: Mi globo interior

Mira el globo que tienes en la ficha de la actividad o, si quieres, puedes hacer tu propio globo personalizado.

Dibuja o escribe dentro emociones que a veces te guardas y no dices (por ejemplo: miedo, enfado, vergüenza, tristeza…).

Luego, fuera del globo escribe o dibuja formas de liberar esas emociones: hablar con alguien, escribir, respirar, pedir ayuda, llorar, dibujar, etc.

¿Qué podríamos haber hecho para que el globo no se llenara tanto? ¿Qué emociones guardo más? 

 




jueves, 6 de noviembre de 2025

ACTIVIDAD 4: EMOCIONES INTENSAS  

 

 ¿Qué creéis que significa una emoción intensa? ¿Qué emociones conocéis que sean muy fuertes?

C:\Users\jrodriguezf01\Desktop\Imágenes Personajes-20251016T101021Z-1-001\Imágenes Personajes\Feli\IRAfeli.jpgA veces pensamos que cuando una emoción es muy fuerte —cuando sentimos mucha rabia, tristeza o miedo— es fácil saber lo que nos pasa. Creemos que, si duele o nos incomoda tanto, deberíamos tenerlo claro: “¡Estoy enfadado!”, “¡Estoy triste!”, “¡Tengo miedo!”. Pero en realidad, las emociones más intensas son las más difíciles de entender.

Cuando una emoción es muy grande, puede apoderarse de nosotros. Es como si una ola enorme nos cayera encima o un volcán empezara a rugir dentro. En esos momentos, nuestro cuerpo y nuestra mente se bloquean, y cuesta pensar con claridad. Podemos sentirnos confundidos, decir o hacer cosas sin querer, o no saber cómo calmarnos.

 


ACTIVIDAD

OPCIÓN 1: El volcán de las emociones

  1. Dibuja el volcán que te proponemos o tu volcán personalizado.
  2. Dentro del volcán, escribe o dibuja las emociones que sientes cuando estás muy enfadado, triste o asustado (por ejemplo: ganas de llorar, gritar, esconderse, pegar…).
  3. En la parte superior (la lava), dibuja o escribe qué cosas haces cuando la emoción “explota”.
  4. Debajo del volcán (en la tierra), escribe o dibuja qué puedes hacer para calmarte (por ejemplo: respirar hondo, pedir ayuda, abrazar a alguien, ir a un sitio tranquilo…).

 

OPCIÓN 2: El día que mi volcán explotó 

A veces sentimos emociones tan grandes que parecen gigantes dentro de nosotros. Nos cuesta entender qué nos pasa y podemos actuar sin pensar, gritar o incluso querer escondernos. Pero todas las emociones, incluso las más fuertes, se pueden entender y manejar.

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-          Escribe una breve historia o cómic titulada “El día que mi volcán explotó”, reflexionando sobre una experiencia real y cómo podrías haberla gestionado mejor.