Hemos tratado diferentes habilidades para entablar contacto y para iniciarse en una relación social. Hace dos cursos comenzamos con una divertida actividad: “el saludo de los enanos”, y continuamos con “el espejo del alma” aprendiendo cosas sobre la mirada. El curso pasado nos reímos con el famoso esquech: el saludo maño.
En esta
actividad vamos a tratar la sonrisa.
Un
famosísimo divulgador Dale Carnegie, el autor del que será seguramente el
best-seller más leído de autoayuda: “como ganar amigos e influir sobre las
personas”, la sitúa dentro de las habilidades sociales más esenciales. Para otros
muchos expertos sonreír está entre las habilidades elementales de intercambio e
influencia social.
Recogemos lo
que Dale Carnegie hace muchos años afirmó en su libro:
“Las acciones
dicen más que las palabras, y ¿qué es más cautivador que una sonrisa? Una buena
sonrisa expresa: “Me gusta usted. Hace que me sienta feliz. Me alegro de
verlo”. Y no sólo eso, sino que además la sonrisa es contagiosa. Cuando
sonreímos a alguien, lo habitual es que esa persona nos devuelva la sonrisa,
aunque no nos conozca de nada.
No cuesta nada y crea mucho. La sonrisa enriquece a
quienes la reciben y quienes la dan. Alienta la buena voluntad en los negocios,
es un gesto clave entre amigos y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Eso sí, sólo funciona cuando se brinda de manera
sincera, espontánea y gratuita.
Sonreímos
por placer y cuando jugamos. Provoca emociones positivas y fomenta valores como
confianza. Se ha demostrado beneficiosa para nuestro bienestar físico y
emocional, y etc.
Aunque podríamos
enfocar el tema de muchas maneras; en la actividad de esta semana vamos a tratar la
sonrisa como instrumento para establecer o fortalecer un vínculo social. Es un
elemento fundamental como habilidad de comunicación.
Si colocamos a una cría de mono enfrente de dos humanos que
no conoce, uno que le sonríe y otro que no, el animal se irá siempre con el
primero. Motivo: la sonrisa es el pegamento
social. Sonreír nos acerca al resto de personas (y al resto de
los mamíferos, podemos añadir)
El que sonríe es mejor acogido, causa buena
impresión de una manera sencilla.
OPCIÓN PARA TODOS LOS CURSOS:
Para
causar una buena primera impresión se debe lucir una sonrisa.
Escribe
encima de la línea de rallas 4 situaciones en las que vas a emplear la sonrisa.
Una vez que lo hayas hecho, que hayas
empleado una sonrisa con otras personas, escribe en cada figura una palabra,
color, dibujo… que te haya sugerido ese momento.
Puedes poner también al otro lado de la
hoja: cómo te has sentido, Cómo crees que se han sentido las otras personas, si
has tenido más facilidad para conversar, menos timidez…
También puedes hacer un slogan o
dibujo.
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