jueves, 20 de febrero de 2025

ACTIVIDAD 15: CUIDANDO NUESTRA CASA, NOS CUIDAMOS

A que no adivinas que actividad te puede ayudar a:

  • ser más responsable,
  • tener menos problemas con las reglas y ser más respetuoso con las personas,
  • sentirte orgulloso de ti mismo,
  • sentirte útil y valorado.

                    Todo esto suena bien, ¿verdad?

Pues es tan sencillo como colaborar con las tareas del hogar. Como hemos dicho, éstas contribuyen a desarrollar importantes habilidades para la vida.

El cuidado de los espacios compartidos dentro del hogar, también fomenta el concepto de trabajo en equipo compartido, que perdurará hasta la edad adulta. Además, si ayudamos, podremos disfrutar de vivir en una casa organizada y cuidada.

                         ¿Qué más queremos?


ACTIVIDAD

          Vas a ser el "superhéroe de las tareas" con una misión muy importante: ayudar a tu familia con las tareas del hogar. Cada tarea que realices te dará "poderes" especiales, y al final del día, podrás sentirse orgulloso por todo lo que has logrado.

OPCIÓN 1

-          Diseña tu carta de poderes.

En esta carta, vas a escribir y dibujar con símbolos todos los poderes que has ganado al ayudar en las tareas de la casa. Por cada tarea que completes, vas a obtener un nuevo poder que te hará sentir más responsable, respetuoso y útil. Piensa en cada tarea como una misión especial que te enseña algo importante, como: organización, trabajo en equipo…

OPCIÓN 2

       Dibuja la "medalla de superhéroe" en relación a cada tarea que vas a hacer. Al terminarla, escribirás en esa medalla lo que has aprendido o cómo te sientes al respecto. 




¡Recuerda que cada vivencia cuenta y nos hace más fuertes!




jueves, 13 de febrero de 2025

ACTIVIDAD 14: SUPERAR EL RECHAZO

 

Hace mucho tiempo, la vida de las personas dependía en gran medida de su capacidad para establecer y mantener relaciones sociales. De las redes que armara surgiría la satisfacción de algunas necesidades fundamentales y la protección ante amenazas. Al parecer, esa necesidad de afiliación se encuentra tan arraigada en nosotros que la exclusión nos sigue provocando dolor.

En algún momento de tu vida, podrías vivir una situación en la que no te sientas incluido o bienvenido en un grupo de personas. Tal vez, algunos amigos te dejen de lado, o te cueste unirte a una actividad como un deporte o un club después de que ya hay un grupo formado.

El rechazo social es algo que todos podemos experimentar en algún momento, y aunque puede doler mucho, no estamos solos en esto. A veces, sentir que no nos aceptan puede hacernos sentir tristes, solos o con poca confianza en nosotros mismos.

¿Es posible superar este dolor y recuperarse más fuerte y resistente? 

La respuesta es un rotundo .

Es importante recordar que el rechazo no define quiénes somos ni nuestro valor. Cada uno tiene cualidades únicas que los hacen especiales y capaces de superar cualquier obstáculo.

Esta semana, en nuestra actividad, vamos a reflexionar sobre estas situaciones y aprender a enfrentarlas de manera positiva. Si alguna vez te sucede, tendrás una forma de verlo que te ayudará a afrontarlo con más fuerza.


OPCIÓN 1

  ¿Alguna vez te has sentido excluido o dejado de lado por un amigo o en una actividad?  ¿Cómo te hiciste sentir esa situación?

Escribe 3 consejos prácticos para superar el rechazo social y fortalecer nuestra autoestima (por ejemplo, "hablar con alguien de confianza", "recordar tus habilidades y talentos", "hacer un esfuerzo por conectar con los demás de forma amable"…

Si no se te ocurre ninguno, escoge alguno de los ejemplos que hemos propuesto, y coméntanos cómo puede influir en nuestras situaciones sociales.

OPCIÓN 2 “recordatorio de superación”

Haz una o varias tarjetas con una frase positiva o un dibujo, que puedas guardar en tu mochila para cuando te sientas triste o rechazado.

 

¡Recuerda que cada vivencia cuenta y nos hace más fuertes!




jueves, 6 de febrero de 2025

ACTIVIDAD 13: ¡ADIÓS A LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS!

                  

      La semana pasada hablamos sobre el diálogo, y cómo Sócrates lo usaba para que la gente entendiera mejor las cosas. El diálogo socrático no solo ayuda a entender, también puede ser útil para cambiar nuestros pensamientos negativos. Usando este tipo de diálogo con nosotros mismos, podemos poco a poco cambiar esos pensamientos malos por otros más positivos, que nos ayuden a adaptarnos mejor a lo que pasa a nuestro alrededor y a lograr lo que queremos. 

¿Cómo cambiar tu forma de pensar? 

Al igual que Sócrates se permitió dudar de muchas cosas, nosotros también podemos dudar de nuestros pensamientos negativos. A veces, tenemos creencias que nos hacen sentir que no podemos hacer algo o que no somos lo suficientemente buenos, pero podemos cuestionarlas y ver si realmente son ciertas.





¿Cuáles son esas preguntas tan útiles?

Se busca que las respuestas a esas preguntas lleven a más preguntas, hasta que la creencia negativa ya no se pueda sostener, porque no tiene dónde agarrarse ni cómo justificarse.

Podemos hacernos preguntas que nos ayuden a pensar mejor, y a ver si esos pensamientos negativos realmente tienen sentido.

Para que una conversación en la que busquemos entender nuestros pensamientos sea útil, hay que seguir algunos pasos:

  1. Ver si hay razones que demuestren que lo que estamos pensando es cierto. Para esto, se pueden hacer preguntas como:
  • ¿Qué cosas me hacen pensar esto?
  • ¿Ha pasado algo similar antes?
  • ¿Conozco a alguien a quien le haya pasado algo parecido?
  • ¿Estoy dejando que mis emociones me hagan pensar así?
  • ¿Estoy usando palabras muy fuertes como “siempre”, “nunca” o “debería”?
  1. Buscar si hay otras formas de pensar que expliquen mejor lo que está pasando. Para esto, podemos preguntarnos:
  • ¿Hay algo que no estoy viendo y que podría cambiar mi forma de pensar?
  • ¿Hay otra forma de entender esto, aunque ahora me parezca rara?
  • ¿Hay otro modo de ver la situación?
  • ¿Qué cosas me hacen pensar que esas otras formas de ver las cosas son buenas?
  1. Pensar en lo que pasa si seguimos creyendo en los pensamientos negativos. Algunas preguntas que pueden ayudar son:
  • ¿Pensar así me hace sentir como quiero?
  • ¿Cómo me siento cuando pienso de esa forma?
  • ¿Pensar de esta manera me ayuda a llevarme bien con los demás?
  • ¿Hay algo bueno en pensar así?
  1. Preguntarse qué pasaría si todo lo negativo que pensamos fuera cierto y cómo podríamos actuar. Algunas preguntas para pensar en esto son:
  • ¿Qué es lo peor que podría pasar?
  • ¿Sería tan terrible como pienso?
  • ¿Realmente es tan malo?
  • Si esto le pasara a otro, ¿qué le diría para ayudarle?

Finalmente, después de pensar en todo esto, podemos sacar una conclusión que nos ayude a ver la situación de una forma más positiva y útil.


OPCIÓN para 1º, 2º y 3º de PRIMARIA: 

¿Podrías ponerme un ejemplo de pensamiento negativo?

Mira el video.  ¿Puedes decirme dos pensamientos negativos de tristeza?



Un ejemplo de un pensamiento negativo que podrías tener es: "No soy bueno en matemáticas", ¿qué preguntas, podrían cambiar ese pensamiento a algo más positivo?

 

OPCIÓN para 4º, 5º y 6º de PRIMARIA: 

Vamos a intentar usar algunas de las preguntas del diálogo socrático para reflexionar sobre nuestro pensamiento. Por ejemplo, si tu pensamiento negativo es "Nunca seré bueno en deportes", puedes hacerte preguntas como:

  • ¿Hay pruebas de que no soy bueno en deportes?
  • ¿He tenido algún momento en que hice algo bien en un deporte?
  • ¿Estoy usando palabras como "siempre" o "nunca"?
  • ¿Qué pasaría si cambiara mi forma de pensar?

Escoge este u otro pensamiento negativo, que tengas o haya tenido, y plantéate preguntas como estas. Escríbenos la evolución de tu forma de pensar hacia un pensamiento más positivo.