La semana pasada hablamos sobre el diálogo, y cómo Sócrates lo usaba para que la gente entendiera mejor las cosas. El diálogo socrático no solo ayuda a entender, también puede ser útil para cambiar nuestros pensamientos negativos. Usando este tipo de diálogo con nosotros mismos, podemos poco a poco cambiar esos pensamientos malos por otros más positivos, que nos ayuden a adaptarnos mejor a lo que pasa a nuestro alrededor y a lograr lo que queremos.
¿Cómo cambiar tu forma de pensar?
Al igual que Sócrates se permitió dudar de muchas cosas, nosotros también podemos dudar de nuestros pensamientos negativos. A veces, tenemos creencias que nos hacen sentir que no podemos hacer algo o que no somos lo suficientemente buenos, pero podemos cuestionarlas y ver si realmente son ciertas.
Se busca que las respuestas a
esas preguntas lleven a más preguntas, hasta que la creencia negativa ya
no se pueda sostener, porque no tiene dónde agarrarse ni cómo justificarse.
Podemos hacernos preguntas que nos ayuden a pensar mejor, y a ver si esos pensamientos negativos realmente tienen sentido.
Para que una conversación en la que busquemos entender nuestros pensamientos sea útil, hay que seguir algunos pasos:
- Ver si hay razones que demuestren que lo que estamos pensando es cierto. Para esto, se pueden hacer preguntas como:
- ¿Qué cosas me hacen pensar esto?
- ¿Ha pasado algo similar antes?
- ¿Conozco a alguien a quien le haya pasado algo parecido?
- ¿Estoy dejando que mis emociones me hagan pensar así?
- ¿Estoy usando palabras muy fuertes como “siempre”, “nunca” o “debería”?
- Buscar si hay otras formas de pensar que expliquen mejor lo que está pasando. Para esto, podemos preguntarnos:
- ¿Hay algo que no estoy viendo y que podría cambiar mi forma de pensar?
- ¿Hay otra forma de entender esto, aunque ahora me parezca rara?
- ¿Hay otro modo de ver la situación?
- ¿Qué cosas me hacen pensar que esas otras formas de ver las cosas son buenas?
- Pensar en lo que pasa si seguimos creyendo en los pensamientos negativos. Algunas preguntas que pueden ayudar son:
- ¿Pensar así me hace sentir como quiero?
- ¿Cómo me siento cuando pienso de esa forma?
- ¿Pensar de esta manera me ayuda a llevarme bien con los demás?
- ¿Hay algo bueno en pensar así?
- Preguntarse qué pasaría si todo lo negativo que pensamos fuera cierto y cómo podríamos actuar. Algunas preguntas para pensar en esto son:
- ¿Qué es lo peor que podría pasar?
- ¿Sería tan terrible como pienso?
- ¿Realmente es tan malo?
- Si esto le pasara a otro, ¿qué le diría para ayudarle?
Finalmente, después de pensar en todo esto, podemos sacar una conclusión que nos ayude a ver la situación de una forma más positiva y útil.
OPCIÓN para 1º, 2º y 3º de PRIMARIA:
¿Podrías ponerme un ejemplo de pensamiento negativo?
Mira el video. ¿Puedes decirme dos pensamientos
negativos de tristeza?
Un ejemplo de un pensamiento negativo que podrías tener es: "No soy
bueno en matemáticas", ¿qué preguntas, podrían cambiar ese pensamiento a
algo más positivo?
OPCIÓN para 4º, 5º y 6º de PRIMARIA:
Vamos a intentar usar algunas de las preguntas del
diálogo socrático para reflexionar sobre nuestro pensamiento. Por ejemplo, si
tu pensamiento negativo es "Nunca seré bueno en deportes", puedes
hacerte preguntas como:
- ¿Hay
pruebas de que no soy bueno en deportes?
- ¿He
tenido algún momento en que hice algo bien en un deporte?
- ¿Estoy
usando palabras como "siempre" o "nunca"?
- ¿Qué
pasaría si cambiara mi forma de pensar?
Escoge este u otro pensamiento negativo, que tengas o
haya tenido, y plantéate preguntas como estas. Escríbenos la evolución de tu
forma de pensar hacia un pensamiento más positivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.