El otro día una persona me contaba que no se iba a la cama sin decir un “te quiero” a sus hijas. Me hizo pensar que, a veces, nos guardamos las emociones dentro, como si no quisiéramos que nadie las viera.
A veces sentimos alegría,
enfado, miedo o cariño, pero nos cuesta expresarlo. Expresar lo que sentimos no nos hace débiles, nos hace valientes.
Decir ‘te quiero’, ‘me da miedo’, o ‘estoy enfadado’ ayuda a que los demás nos entiendan
y a que nosotros nos sintamos mejor.
Pero cuando no decimos lo
que sentimos —ni lo que nos alegra, ni lo que nos molesta, ni lo que nos
asusta—, esas emociones se van acumulando dentro de nosotros…
Imagínate un globo, este
globo somos nosotros, y cada vez que sentimos algo y no lo decimos, añadimos un
poco de aire dentro. Cuando no lo soltamos, llega un momento en que… ¡Pum! No
podemos más.”
¿Qué crees que significa
esa “explosión”: rabietas, enfados, llorar, dolores de barriga, no poder
dormir, etc.
ACTIVIDAD
OPCIÓN 1: Llenamos las tazas con emociones positivas
“Imagina que cada uno de nosotros tiene una taza
invisible. Esa taza se llena con cosas buenas como el afecto, el amor, la
seguridad y la atención. Cuando alguien nos trata bien, nos escucha o nos dice
algo bonito, nuestra taza se llena un poco más. Pero cuando nos ignoran, nos
hablan mal o nos sentimos solos, la taza empieza a vaciarse.”
¿Qué cosas llenan tu taza? ¿Qué cosas la vacían? ¿Cómo podemos ayudar a llenar la taza de los demás?
Llenamos la taza de alguien “Una forma muy sencilla de llenar la taza de
otra persona es expresándole una emoción positiva, es decir, decirle algo que
nos hizo sentir bien por su forma de ser o de actuar.”
Elige a una persona cercana (puede ser un
compañero de clase, un familiar o un amigo) y escribe un mensaje breve
en una tarjeta o papel. También puedes hacerlo en la taza que ponemos en la
ficha de la actividad.
¿Cómo nos sentimos al decir cosas buenas? ¿Y al
recibirlas?
OPCIÓN 2: Mi globo interior
Mira el globo que tienes en
la ficha de la actividad o, si quieres, puedes hacer tu propio globo
personalizado.
Luego, fuera del globo
escribe o dibuja formas de liberar esas emociones: hablar con alguien,
escribir, respirar, pedir ayuda, llorar, dibujar, etc.
¿Qué podríamos haber hecho
para que el globo no se llenara tanto? ¿Qué emociones guardo más?
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